La expulsión de Weinstein de la Academia de Hollywood marca un antes y un después en el exclusivo club cinematográfico.

Es la primera vez que los encargados de organizar los Oscar censuran los abusos sexuales de sus miembros. Hasta ahora siempre había primado su profesionalidad.

No lo hicieron con Bill Cosby. El cómico acumula 60 denuncias de mujeres por abusos. Siempre ha negado las violaciones, pero admitió que en varias ocasiones las drogó para mantener relaciones con ellas. El juicio al que se sometió el actor acabó anulándose porque el jurado no se puso de acuerdo.

Contra el director Roman Polanski también hay denuncias por abusos a menores. La más sonada, Samatha Geimer, que cansada de luchar durante décadas para que se haga justicia, ha pedido en varias ocasiones que se cierre el caso.

Polanski solo pasó 42 días en la cárcel por admitir relaciones sexuales ilegales. Después huyó a Francia para evitar una condena mayor en Estados Unidos.

Mel Gibson tampoco está exento de polémica. En 2010 reconoció haber maltratado a su pareja.

No solo la industria del cine norteamericano está salpicado de escándalos sexuales. El director Bernardo Bertolucci reveló que la violación en 'El último tango en París' fue real. La víctima, la actriz María Schneider, reconoció que su vida nunca volvió a ser la misma.

Hollywood reacciona ahora y condena lo que durante años han sido secretos a voces.