Una de las mayores dificultades que afrontó el cineasta Juan Antonio Bayona a la hora de rodar 'La sociedad de la nieve' fue la de captar, con la mayor exactitud posible, las situaciones de peligro y las condiciones extremas a las que se enfrentaron los supervivientes de la tragedia de los Andes de 1972. Así lo ha expuesto el propio director en redes sociales, donde ha mostrado cómo se grabaron algunas de las escenas más importantes de la película, como la avalancha que golpea de lleno a la tripulación en el interior del avión ya siniestrado.

"La nieve estaba hecha de polvo. El 'equipaje' que les arrojaron a los actores estaba hecho de goma ligera. Su seguridad siempre fue de suma importancia. Además, no olvidemos el trabajo realizado por el equipo de efectos visuales que agregó los efectos de "avalancha" adicionales que se ven afuera, a través de las ventanas", ha detallado Bayona junto a un vídeo que, a modo de 'making of' del largometraje, muestra cómo todo el equipo se implicó para registrar este momento.

Una escena que, para Netflix, es "a la vez una maravilla cinematográfica y una colección de actuaciones inolvidablemente inquietantes". La avalancha no es el único elemento que exigió el máximo esfuerzo de toda la plantilla para retratar a la perfección la cruda realidad que estaban viviendo los supervivientes del Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. Los propios escenarios en los que se mueven los protagonistas tenían que exhibir con fuerza cómo era lidiar con uno de los entornos más inaccesibles y hostiles del planeta.

Un gran número de escenas se rodó en Sierra Nevada, en Granada, un espacio idóneo para lograr el objetivo. "La localización donde transcurre 'La sociedad de la nieve' fascina por su belleza y el terror que inspira en el espectador. Es uno de los principales atractivos de la película. Dado que es un lugar donde es imposible rodar con un crew convencional, la recreación del icónico Valle de las lágrimas se ha generado con el apoyo fundamental del equipo de efectos visuales", ha contado Bayona.

Un equipo sin el que "habría sido imposible alcanzar el nivel de autenticidad y realismo con el que está planteada la película", ha apuntado el director, que avanzó con este proyecto con una pregunta clave que se fue repitiendo a lo largo del rodaje: ¿cómo los personajes principales de pueden mimetizarse con el entorno, un entorno carente de vida? "Ese fue uno de los objetivos que nuestro director de fotografía, Pedro Luque", ha detallado Bayona.

"El planteamiento no fue otro que dejar a los actores libres en ese entorno que también liberaba a la cámara, permitiéndole filmar cualquier cosa que pudiera suceder de forma espontánea, en cualquier momento", ha explicado, también en redes sociales, el director de la reconocida película, precisando que Luque "lo describió perfectamente cuando dijo que 'la amalgama entre lo cinematográfico y el documental es la clave de 'La sociedad de la nieve', una línea muy fina entre el realismo y la poesía del cine'".