Ya fuera caminando por una calle de Los Ángeles o en una sesión de estudio, Peter Lindbergh cuidaba con todo detalle cada una de sus fotografías. De su cámara nacieron icónicas imágenes en blanco y negro de aquellas grandes supermodelos de los años 90.

Las mujeres y la moda eran las bases de su fotografía donde la belleza, según decía él, estaba en lo natural. "Lo sexy para mí es talento, y no un bonito trozo de piel", afirmaba Lindbergh.

Ahora, la exposición 'Historias jamás contadas', inaugurada en A Coruña, recopila gran parte de su trabajo con más de 160 fotografías y retratos de modelos como Naomi Campbell, Cindy Crawford o Linda Evangelista, y actrices como Nicole Kidman o Uma Thurman.

Benjamin Lindbergh, su hijo, señala que "las mujeres eran lo principal de su fotografía y la moda después". Así, las protagonistas de sus instantáneas eran modelos despeinadas, desprevenidas, sin poses artificiales y sin un maquillaje excesivo.

"Lo más bonito de Peter es que está verdaderamente implicado en capturar a las mujeres como realmente son, mostrando su edad, las líneas y las venas de sus manos...", manifestó la actriz Kate Winslet sobre el artista. De esta forma, su exposición muestra las líneas de expresión al sonreír, o las pecas de Claudia Schiffer.

La muestra, que es gratuita y se puede ver en A Coruña hasta el 28 de febrero, recorre cuatro décadas de carrera del fotógrafo alemán, quien falleció hace dos años. Penélope Cruz destaca de él que "era realmente bueno capturando la verdadera esencia de las personas". Y precisamente, a través de lo que captaron sus ojos, el artista nos cuenta una historia con fotografías que muestran la belleza de lo natural.