En algún lugar de los muros de esta Iglesia de 'Nuestra Señora de los Dolores', en Madrid, se cree que reposan los restos de uno de los autores más ilustres del Siglo de Oro español: Pedro Calderón de la Barca. En este sentido, Pablo Sánchez Garrido, profesor de Historia de las Ideas en el CEU San Pablo y coordinador del proyecto, ha señalado que "a la entrada de la iglesia puede verse una lápida en la que se dice que allí estuvieron enterrados los restos".

Su pista se perdió en 1936, cuando la iglesia donde reposaban los restos del escritor fue saqueada e incendiada durante la Guerra Civil. "Cuando finalizó la guerra y la congregación volvió a recuperar la iglesia, se comprobó que no quedaban restos de la pilastra y la arqueta donde inicialmente se pensaba que estaban los restos", ha indicado el coordinador del proyecto.

Pero entre los años 40 y 50, la confesión de un sacerdote en su lecho de muerte cambió la historia, ya que, tal y como ha contado Pablo Sánchez Garrido, el cura "reveló que los restos nunca llegaron a estar en esa arqueta, sino que se inhumaron en la pared".

Sin embargo, antes de poder dar con los restos de Calderón de la Barca, el sacerdote falleció. Por ello, un equipo de arqueólogos, físicos y antropólogos, entre otros, trabajan en la intervención.

Jorge Morín, arqueólogo director de la operación, ha explicado que "se usan diferentes técnicas que dan un mapa y permiten localizar estos emplazamientos". "Es como si tuviéramos un 30% de esa imagen y al superponerlas todas logramos una imagen casi al 100%", ha indicado.

Se pueden llegar a usar hasta tres técnicas diferentes de teledetección. La primera es la del georradar, con la que ondas rebotan y detectan la resistencia en suelos y paredes. "Vamos haciendo diferentes calles y sectores", ha subrayado Jorge Morín al respecto.

Además, también está la fotografía térmica, que capta las diferencias de temperaturas, por ejemplo, si dieran con un nicho. Y la tercera técnica es la de la resistividad, en la que, a través de electrodos, se reciben frecuencias en espacios huecos o macizos.

Esta búsqueda recuerda a la de Miguel de Cervantes hace cinco años. En 2015, ese hallazgo dio la vuelta al mundo y ahora muchos ven relación entre ambos casos. En este sentido, Esther Borrego, profesora de Filología Hispánica en la Universidad Complutense, ha afirmado que se trata de restos "de clásicos, de genios, de personas que han llevado la literatura española a la cima". Se trata de una manera de honrar la memoria de una de las plumas más insignes de las letras españolas.