Los teléfonos móviles se han convertido en la puerta principal a la cultura. Informarse de las noticias por la mañana, escuchar música a través de aplicaciones o ver vídeos de Youtube son actividades que forman parte del uso diario que se hace de los 'smartphones'.

Pues las tecnologías fomentan el consumo de cultura, especialmente a través de Internet. Se hacen visitas virtuales a museos, se ven espectáculos 'online' y se accede a un catálogo de series y películas que parece infinito gracias al 'streaming'.

De hecho, se consume más contenido de manera legal, ya que se han desplomado las descargas gratuitas y han aumentado las suscripciones a plataformas digitales: más de un 52% de la población encuestada las utiliza.

Por su parte, la lectura también crece, pero aquí la tecnología pasa a un segundo plano frente al tradicional papel. En esta línea, seis de cada diez españoles prefiere el libro al 'e-book' y ha leído uno en el último año.

Estos son, sobre todo, jóvenes. Ya que, al final, una buena 'salud cultural' está muy influida por un buen acercamiento a ella desde pequeños.