Estas vivencias únicas no se pueden compartir, generan sensaciones nuevas. Por eso, muchos proyectos buscan ese momento íntimo con el público.

Como la iniciativa TeatroSOLO. Un encuentro totalmente a ciegas. El espectador tiene que acudir sólo a la localización que le indican y llevar de manera visible un cupón que le distingue.

A partir de ahí empieza la función. Sólo el espectador es consciente de que ya ha comenzado, el resto de gente de alrededor no sabe lo que está pasando. Esta performance que empezó en Buenos Aires ya se ha celebrado en Madrid, San Sebastián, Nueva York Y Sao Paulo.

En estas ciudades han podido disfrutar de ir solos al teatro, una experiencia parecida a la que vivió un fan de Bob Dylan. El premio Nobel de Literatura le agasajó con un concierto exclusivo para él. Algo parecido a lo que le pasó a un fan francés de la banda navarra Berri Txarrak. Sólo él compró entradas para su concierto de Nantes y, agradecidos, el grupo lo dio todo.

Vivir estas experiencias que se acostumbran a disfrutar en masa cambian completamente si se viven solas.