Con mucho cuidado sacaron la obra del envoltorio preparado por los franceses. Verificaron que la pintura era de Picasso, que la obra estaba en buen estado, e incluso la ficha de la galería donde la compró Jaime Botín.

Una vez analizada, le colocaron en un sistema de suspensión con sujeciones, que aislan a la obra de vibraciones, impactos y cambio de temperaturas, para que no sufriera en el traslado a su nueva casa, el museo Reina Sofía.

La obra estará 24 horas aclimantándose. Una vez transcurrido ese tiempo, le volverán a realizar un examen.