Un juzgado madrileño ha condenado al cantante Alejandro Sanz a pagar 5,4 millones de euros a la que fuera su empresa de representación, RLM, según informa el diario 'El Mundo', con la que rompió en 2016 tras décadas de relación profesional.

La empresa, dirigida por la mánager Rosa Lagarrigue, confirmaba en junio de ese año que Sanz había roto "de forma unilateral" su contrato con RLM. Posteriormente, la compañía interpuso una demanda civil contra Sanz, reclamándole nueve millones de euros por romper el contrato, que, según el citado medio, le unía a la empresa hasta 2019.

RLM, que también llevó en el pasado las carreras de artistas como Miguel Bosé o el grupo Mecano, representó a Sanz desde 1991 hasta 2016. Ese año, según publicaba entonces también 'El Mundo', se produjo la ruptura después de una auditoría que habría ordenado el propio artista, algo que RLM desmintió, con un comunicado en el que defendía su trayectoria "de seriedad y honestidad implacables".

Ahora, Sanz tendrá que pagar 5,4 millones de euros a la entidad por incumplimiento del contrato, aunque la sentencia, que no es firme, puede ser recurrida en apelación.