Lograr que un proyecto salga adelante no es fácil, entre otras cosas, por las trabas burocráticas. Suelen ser la pesadilla de muchos investigadores, de hecho, confiesan que pierden hasta un 25% de tiempo en todos esos trámites. Un tiempo que dejan de estar en el laboratorio y que, si tuvieran más inversión, podría ser la jornada laboral de otro trabajador.
Y es que los científicos antes de pisar los laboratorios los científicos tienen que pasar por el despacho. Así lo explica Joaquín López, investigador en la UCM que pasa buena parte de su tiempo con la temida burocracia: "Los proyectos tardan en el orden de un año desde que se convocan, se tramitan, se obtienen y se procesan", ha explicado. Una sucesión de hechos que hace que muchos lleguen incluso a ser obsoletos.
Por el departamento de Manuel López, catedrático de Toxicologia en la Universidad de Santiago, pasan a diario los crímenes más importantes del país. Pero la burocracia le hace perder tiempo, en total, "entre un 20 y un 25%" de su jornada laboral, según ha explicado.
Por eso, desde Atresmedia se sigue exigiendo que se aumente la inversión en ciencia hasta el 2% del PIB, una inversión que les ayudaría a dedicar el tiempo que ahora dedican en otros trámites a la investigación científica.
Comprar material o hacer contratos son tan solo ejemplos de que la burocracia retrasa a la ciencia. Pero si hay algo bueno en esta pandemia es la agilización de algunos procesos, un hecho que demuestra que "si realmente se quiere sacar una convocatoria y empezar a trabajar en unos meses, es posible", como ha explicado Joaquín López. Por eso es tan necesario seguir esta senda ya que si hay algo que está claro es que la ciencia no puede avanzar si la burocracia no se lo permite.