A José los temblores no le dejaban hacer vida normal. Cosas tan cotidianas como abrocharse la chaqueta le suponían una dificultad seria hasta que pasó por una novedosa máquina. Sin cirugía abierta, sin anestesia, en cuestión de minutos, el temblor que le incapacitaba para lo más básico desapareció.

Ha vuelto a ser un hombre perfectamente independiente. La máquina que le ha ayudado se coloca sobre el paciente y ataca con ultrasonidos de alta intensidad las neuronas dañadas que provocan el temblor.

Las elimina y, con ellas, desaparece el temblor. Los resultados pueden verse incluso durante la intervención. Porque José, aún dentro de la máquina, ya podía llevarse agua a la boca sin temblar. Todo, y esto es lo más novedoso, sin necesidad de dormirle, ni cortes de ningún tipo.

"Es un casco que emite ultrasonidos de alta frecuencia que se localizan en una diana", explica Mari Cruz Rodríguez Oroz, directora de Neurología en el Hospital Universidad de Navarra.

"Al no ser un procedimiento invasivo, las complicaciones son mínimas", añade Jordi Gurudi, rector de Neurocirugía. Esta técnica no es barata. Acaba de incorporarla la Clínica de la Universidad de Navarra. Su principal ventaja es que al no necesitar cirugía abierta, se le puede aplicar a pacientes ya mayores que no pueden pasar por quirófano.