La imagen parece una tormenta captada por un satélite del servicio nacional de meteorología estadounidense, pero en realidad se trata de una nube de mariquitas en plena migración.

La masa verde detectada en el radar ocupa un área de 80 kilómetros cuadrados y una altura de entre 1.500 y 2.500 metros de altitud. Se trata de un proceso que ocurre todos los años, pero cuya imagen no se suele ver tan nítida.

El radar meteorológico sirve para detectar mucho más que los fenómenos atmosféricos. Murciélagos, aves, mariposas y el humo de los incendios, son algunas de las cosas que también muestra este radar.