Los Emiratos Árabes Unidos están en peligro. El país podría llegar a sufrir una peligrosa sequía en los próximos 25 años debido al ritmo insostenible de consumo de agua desalinizada así como los escasos 120 milímetros de promedio anual de precipitaciones en la costa.
La sequía siempre ha sido un problema pendiente durante largos años en multitud de regiones a la espera de precipitaciones. Abdulla Alshehi no quiere ver como su país queda deshidratado esperando a que caigan cuatro gotas cuando en él se encuentran una de las regiones más áridas del mundo. Por ello, el empresario emiratí está desarrollando una solución: trasladar icebergs a dichos lugares para evitar la sequía en los EAU.
"Será un proyecto más económico y ecológico para utilizar el agua de los icebergs no solo para los Emiratos Árabes Unidos, sino en todo el mundo", explica Alshehi a 'Euronews'. "Se realizó un impacto de evaluación ambiental, y muestra un impacto mínimo en el ecosistema, así como en el medio ambiente", añade Alshehi.
La fase en la que se encuentra Alshehi y su equipo consiste en probar la viabilidad del proyecto. A finales de 2019 prevén trasladar un iceberg antártico a la Ciudad del Cabo (Sudáfrica) o hasta Perth (Australia).
Esta prueba tiene un coste de entre 60 y 80 millones de dólares, pero el precio sube cuando se conoce el principal objetivo: abastecer de agua dulce y potable a cerca de uno millón de habitantes durante cinco años a partir del remolque de un iceberg mucho más grande que el de la prueba hasta las costas de los Emiratos Árabes Unidos, según ha explicado el empresario a Euronews.
"Según nuestro análisis, será más barato traer estos icebergs que usar agua desalinizada" ya que "las plantas desalinizadoras requieren de enormes inversiones y significan el bombeo de gigantescas cantidades de agua hacia el golfo, matando peces y la vida marina", manifiesta Alshehi.
Cerca de la isla de Heard (Antártida) se espera conseguir el bloque de hielo protagonista de este proyecto con el que se pretende conseguir un cambio climático satisfactorio en el futuro. El iceberg lo buscarán por satélite y seleccionarán aquel que tenga aproximadamente 2 kilómetros de largo por 500 metros de ancho.
"Se espera que la presencia de estos icebergs pueda causar un cambio en el patrón del clima, ya que son cuerpos fríos que atraerán a las nubes que se mueven en el mar Arábigo hacia su centro", dice Alshehi. "Una vez en el centro, esperamos que atraiga más lluvia a la región". Además, según los Emiratos, el hecho de que haya un iceberg flotando en la costa de los Emiratos Árabes Unidos podría traer más lluvias en el desierto vecino, lo que sería beneficioso para la agricultura local.
El viaje
Barcos remolcadores se ocuparán de trasladar el iceberg por 8.800 kilómetros hasta las costas del emirato de Fuyaira, en el golfo de Omán, durante 10 meses. Durante el viaje, el bloque de hielo perderá hasta el 30% de su masa, aunque se le aplicará un enorme arco metálico para evitar que se rompa por el camino y se derrita. Una vez llegado a su destino, los especialistas comenzará a recoger todo el agua derretida para que no se desperdicie.Turismo como posible fondo de ingresos adicionales. El propulsor de este proyecto presenta la posibilidad de "salidas en iceberg" para así recuperar el dinero invertido en el proyecto. De esta manera, aparece en el mundo del ocio el "turismo glaciar".
Toda un despliegue que el punto de partida no se sitúa en Alshehi. Fue en 1975 cuando un grupo de científicos franceses se propusieron llevar icebergs a Arabia Saudita, un intento que terminó en fracaso por razones técnicas. "Aquí es donde empezamos", explica el empresario, quien lleva luchando contra la sequía de los Emiratos Árabes durante seis años, y aún queda camino que recorrer.
Publicado en la revista 'Nature'
Investigadores españoles descubren cómo una alteración neuronal podría ser clave en el origen del autismo
Un paso más Científicos de Barcelona identifican cómo la pérdida de un pequeño fragmento de ADN en la proteína CPEB4 altera la regulación de genes esenciales para el desarrollo neuronal, ofreciendo nuevas pistas sobre el origen del autismo y sentando las bases para posibles terapias futuras.