La decisión de Google de romper con Huawei tendrá consecuencias para los usuarios de los teléfonos móviles fabricados por la empresa tecnológica china, que en muy poco tiempo podrían ver cómo sus dispositivos quedan obsoletos. En España, donde prácticamente uno de cada tres móviles vendidos es marca Huawei, el impacto de esta medida sería especialmente grave.

A corto plazo, el principal temor es que las actualizaciones dejen de funcionar pero Google y Android han asegurado que no, que por el momento Google Play y las medidas de seguridad seguirán funcionando.

Uno de cada tres móviles vendidos en España es Huawei.

Por otra parte, el cese de los negocios entre el gigante de Internet y Huawei incluye la transferencia de productos de hardware y software a la segunda, excepto la de aquellos que estén cubiertos por licencias de código abierto.

No se podrá actualizar Android

Esto significa que los usuarios pierden inmediatamente el acceso a las actualizaciones del sistema operativo Android -con el que funcionan todos los Huawei- por lo que no podrán descargarse nuevas versiones del sistema.

No podrán actualizar apps ni descargarse otras nuevas.

A medio y largo plazo, supone un importante problema para quienes ya tienen un teléfono o una tableta Huawei, ya que no podrán disfrutar de aquellas apps que requieran actualizaciones del sistema operativo, ni descargarse otras nuevas del servicio de Google Play Store.

Sin Google Play Store

En cuanto a la próxima generación de teléfonos móviles Huawei, estos directamente no contarán con el sistema Android ni con el servicio de Google Play Store, desde el cual se descargan la mayor parte de las aplicaciones.

Asimismo, los clientes de nuevos Huawei no podrán usar aplicaciones pertenecientes a Google, algunas de uso tan extendido como el correo electrónico Gmail o el portal de vídeos YouTube.

Los usuarios de nuevos Huawei no podrán usar ni Gmail ni YouTube.

Desde Google continúan estudiando las implicaciones de su decisión, aún pendiente de confirmación oficial, y a qué servicios concretos afectará.

Por su parte, la compañía china se encuentra también evaluando el impacto de la decisión, que podría obligarla a desarrollar su propio sistema operativo, con lo que ello supondría en términos de compatibilidad con las aplicaciones más usadas, como WhatsApp, Instagram, Facebook...

Se trata, en cualquier caso, de un fuerte varapalo para la empresa asiática, que pierde la colaboración y respaldo tecnológico de Google de un plumazo. Seguirá teniendo acceso, sin embargo, a la versión de Android que está disponible a través de licencias de código abierto, es decir, su versión pública, que cualquiera puede usar.