Un grupo de científicos ha descubierto que los ornitorrincos brillan en la oscuridad, convirtiéndose así en el tercer mamífero biofluorescente conocido, junto con las zarigüeyas y a las ardillas voladoras. Precisamente, fue el mismo equipo involucrado en este estudio, dirigido por la bióloga Paula Spaeth Anich del Northland College, el que descubrió la biofluorescencia en las ardillas voladoras en 2019.

En 2019, el descubrimiento respecto a las ardillas voladoras ocurrió de forma accidental durante la observación nocturna de líquenes, un hallazgo que se confirmó más tarde tras ver que ardillas voladoras conservadas en un museo brillaban en la oscuridad.

En ese momento, los científicos decidieron estudiar si ocurría lo mismo con otro mamífero crepuscular nocturno. Y es que los ornitorrincos, al igual que las ardillas voladoras y las zarigüeyas están activos durante la noche. Ahora, un año más tarde, el grupo de científicos ha descubierto que los ornitorrincos también brillan en la oscuridad.

El estudio, que ha sido publicado en la revista científica 'Mammalia', determina que el pelaje del ornitorrinco, que parece marrón al ser expuesto a la luz del sol, se ilumina en un tono verde o cian bajo la luz ultravioleta.

Esto quiere decir, según indica 'Gizmodo', que la piel del ornitorrinco absorbe longitudes de onda UV entre 200 y 400 nanómetros y luego emite luz visible entre 500 y 600 nanómetros, un proceso óptico que produce fluorescencia. Según los investigadores, la bioluminiscencia del ornitorrinco es probablemente una adaptación a condiciones de poca luz.

El ornitorrinco es conocido por sus peculiares características, entre las que se encuentra que se trata de un mamífero que pone huevos, que tiene un pico similar al de un pato, y que caza mediante electrorrecepción, ya que detecta la energía eléctrica. Pero por si esto fuera poco, además empuña espuelas venenosas y ahora se acaba de descubrir que, además, brilla en la oscuridad.