SOS y SMS. A muchos no les quedó otra que tener que recurrir al mensaje de móvil de toda la vida porque casualmente tres días después de su compra por Facebook por 13.800 millones de euros, Whatsapp dejó de funcionar en todo el mundo durante varias horas.
"Tenemos problemas con el servidor. Esperamos solucionarlos pronto". Es la excusa oficial que el sistema de mensajería móvil envió a sus 450 millones de usuarios.
¿La alternativa? Muchos usuarios buscaron refugio en otras aplicaciones similares como Telegram. Solo el sábado, casi dos millones de descargas, 100 nuevos registros cada segundo. Demasiado para esta empresa emergente. "Tenemos problemas de conexión en Europa por la avalancha de nuevos usuarios. Lo solucionaremos lo antes posible".
Y frases como "Whatsapp,descanse en paz" se convirtió rápidamente en Trending Topic. Muchos creyeron recuperar la comunicación cara a cara con sus familiares y amigos. Un espejismo de cuatro horas, lo que tardó la aplicación en resucitar.
Hasta amenazas de muerte
El precio de divulgar ciencia: amenazas, insultos y acoso, un problema que afecta especialmente a las mujeres
Un arma de doble filo Aunque muchos científicos logran acercar el conocimiento al público, cerca del 50% enfrentan insultos, amenazas e intimidaciones. Esta problemática afecta aún más a las mujeres, quienes constituyen el 57% de las principales víctimas de acoso en este ámbito.