Gallego explica que "es como un gorro de baño que cuenta con varios sistemas de seguridad que impiden que el menor se ahogue de forma automática". El invento le ha llevado un año de trabajo, creación que ha compaginado con su trabajo como funcionario del Estado.

"El gorro cuenta con un elemento de flotabilidad que se coloca a la altura de la barbilla, así como un sensor de presión de agua en la parte superior que detecta si el niño está en la superficie del agua o bien se ha hundido", ha explicado. Los padres, además, contarán con una pulsera inteligente "conectado a una aplicación" que le avisarán de lo ocurrido.

El invento es solo un prototipo que surgió cuando el creador estaba en la piscina con su hija. "Me llamaron por teléfono y, gracias al 'smartwatch', pude hablar al mismo tiempo que me bañaba".