Sus brazos suponen para Luis una nueva vida. "Estoy loco de contento de llegar hasta donde hemos llegado", afirma. En 2012, este padre de 41 años perdió sus brazos tras electrocutarse. Hace unas semanas, la familia de un donante y la medicina le ha dado una segunda oportunidad.
"Estoy enormemente agradecido. No se cómo agradecer, ni expresarlo con palabras". Es el quinto transplante que se realiza en el mundo y el segundo en España. Tanto el estudio previo del paciente como la operación en sí han estado cargados de dificultades. "Todo ha sido dificultad pero, ¿qué es lo que compensa? Un día un paciente que es amputado y que no tolera las protesis, que es dependiente al 100%, pueda valerse por sí mismo", reflexiona el doctor César Casado, jefe de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital La Paz.
La intervención se prolongó a lo largo de 12 horas y más de 20 profesionales sanitarios de La Paz participaron en ella. "Preparamos los segmentos. Huesos, músculos, tendones, nervios, arterias... Se trata de tener la mayor cantidad de estructuras disponibles sanas", cuenta el doctor Luis Landín, coordinador del transplante Hospital La Paz.
En unos días, Luis recibirá el alta hospitalaria pero aun le espera vivir posibles episodios de rechazo y una dura rehabilitación. "Quizás lo peor es el miedo a lo que viene ahora. Miedo a lo que voy a poder recuperar y a lo que no".
Con 30 implantes anuales, la tasa de éxito del Hospital madrileño de La Paz es del 90%. Ojalá Luis pueda abrazar muy pronto a sus dos hijos.