Una empleada de una
hamburguesería de Seúl, intenta coger un Galaxy Note7 que echa humo, casos como ese han
llevado a Samsung a pedir a los propietarios del modelo que lo apaguen y dejen
de usarlo mientras investigan lo que pasa. "Se decía que el problema estaba en
la batería pero podría estar en cualquier cosa", explica César Muela, editor de
Xataca.com.
Un problema que dieron
por solucionado en septiembre y que ha vuelto a aparecer en los dispositivos
reemplazados provocando hasta el desalojo de un avión. "Antes de subir al
avión, estando en el avión, te dicen que no saques el teléfono, que no lo
cargues", explica un pasajero.
Las acciones de la
compañía se han desplomado un 8% en su última sesión en bolsa, son 15.000
millones de dólares. Aunque el terminal no se ha puesto a la venta en España,
las organizaciones de consumidores exigen que los controles sean más exhaustivos.
"No podemos ser los
usuarios los que al sufrir un problema, acabemos haciendo que las marcas se den
cuenta de que algo han hecho mal, para algo están las administraciones",
explica Rubén Sánchez, portavoz de Facua. Samsung insiste en que su prioridad,
es la seguridad de sus usuarios.