Un 17 de noviembre, OpenAI anunciaba la salida de Sam Altman como director ejecutivo de la compañía. La empresa argüía "falta de confianza" y se despedía así de uno de los fundadores de ChatGPT, la inteligencia artificial generativa que ha revolucionado todo en pocos meses. Cuatro días después, un 21 de noviembre, la misma compañía emitía otro comunicado diferente, anunciando el regreso de Altman a la misma posición, la que había perdido por ausencia de confianza días atrás. Él ya se ha pronunciado sobre su vuelta a través de su cuenta en la red social X. "Me encanta OpenAI, y todo lo que he hecho en los últimos días ha sido para mantener unido a este equipo y su misión. Cuando decidí unirme a Microsoft el domingo por la tarde, estaba claro que era el mejor camino para mí y para el equipo", ha declarado.

Cómo Sam Altman llegó a ser CEO en OpenAI

La primera vez que Sam Altman (Chicago, 1985) tuvo un ordenador fue a los 8 años, cuando le regalaron un Apple Macintosh. Lo desmontó y eso fue un hecho que marcó un antes y un después en su vida, cuenta Manuel Ángel Méndez, periodista de Tecnología de 'El Confidencial'. Altman ha asegurado en más de una ocasión que Steve Jobs era el ídolo de su infancia. Nacido en una familia de clase media en Chicago (madre dermatóloga y un padre a cargo de un negocio inmobiliario), entró en Stanford, donde solo estuvo un año. Pero el salto a la inteligencia artificial lo dio en 2015 con la creación de OpenIA como una organización sin ánimo de lucro. Allí estaban también Elon Musk, Peter Field y Reid Hoffman.

Qué consiguió Sam Altman en OpenAI

Desde allí, Altman ha liderado el desarrollo de la inteligencia artificial adelantándose a los gigante electrónicos, como Google, con el lanzamiento de ChatGPT hace un año. La herramienta demostró que un chatbot era capaz de escribir como un humano. Obtuvo inmediatamente 100 millones de usuarios y ayudó a OpenAI a recaudar miles de millones de dólares. También colocó la IA en el centro de la industria tecnológica. El estadounidense de 38 años se convirtió entonces en la cara visible del lanzamiento con sus mensajes esperanzadores y advertencias. "Él no habla de tecnología, sino que habla de que va a cambiar la sociedad, de que tenemos que reaccionar ante una revolución social que aúna en un solo año toda la innovación que hemos visto en 500 años", declara el periodista experto.

Así, Altman no ha dejado de apostar por el desarrollo de ChatGPT. Tiene claro cuáles son sus próximos objetivos: convertir la herramienta en un superasistente de IA que pueda "ayudar con todo". Su idea es que pueda ayudar a realizar pequeñas tareas y que cada vez sean tareas más complejas. En la actualidad, la startup está trabajando en poner a disposición de empresas herramientas con las que puedan crear su propia versión de ChatGPT.

Más allá de sus próximas creaciones, Altman sigue defendiendo abiertamente su posición sobre la IA. Rechaza la idea de sobrerregularla porque considera que "no es bueno" ya que, en el caso de las pequeñas compañías de modelos de lenguajes, cortaría su capacidad de innovación y de creación. Este ha sido su discurso dentro de la startup, donde ha insistido para llevar los productos al mercado más rápidamente y venderlos para obtener ganancias. La visión de Altman, de implementar y comercializar rápidamente parece haber triunfado tras su regreso, cinco días después de su despido. Pero antes hay que remontarse al viernes al mediodía.

¿Qué se sabe del despido de Altman?

El pasado viernes al mediodía fue despedido por la creadora de ChatGPT al haber perdido la "confianza" de la junta directiva, que le acusó de no ser "consistentemente honesto en sus comunicaciones" con el órgano, lo que perjudicó "su capacidad para ejercer sus responsabilidades". La compañía también destituyó a Greg Brockman como presidente de la junta directiva. Desde la CNN han aportado más detalles sobre el motivo. Señalan que la filosofía más agresiva - a la hora de sacar productos al mercado - de Altman provocó tensiones con los miembros de la junta directiva original de OpenAI, que querían actuar con más cautela. El presidente Greg Brockman explicó los detalles en un tuit. Altman habría sido despedido en una reunión con la junta a través de Google Meet. "Sam se unió a Google Meet y toda la junta, excepto Greg, estaba allí. Ilya le dijo a Sam que lo iban a despedir y que la noticia se difundiría muy pronto", relató.

¿Por qué ahora lo han readmitido?

Entonces el jefe de Microsoft, Satya Nadella, movió ficha y anunció la incorporación de Altman, junto con el cofundador de OpenAI, Greg Brockman, a su empresa para liderar una nueva división de investigación de IA. Esto provocó que más de 500 de los 700 empleados de OpenAI enviasen el lunes una carta abierta a los tres miembros restantes de la junta directiva amenazando con abandonar el barco si no renunciaban y lo reintegraban. Entre los firmantes se encontraban muchos altos ejecutivos, recoge Intelligencer. Ese mismo día, Altman reconoció el trabajo de los que habían sido sus trabajadores en la red social X. "Han estado haciendo un trabajo increíble a través de esto que quedará en los libros de historia", expresó.

Paralelamente, la junta sorprendió al nombrar al exjefe de Twitch, Emmett Shear, como director ejecutivo interino. Pero el domingo por la noche informó de que, en los próximos 30 días, “contrataría a un investigador independiente para profundizar en todo el proceso hasta este punto y generar un informe completo”. El martes también pidió explicaciones sobre el despido de Altman amenazando con su salida de la empresa, según recoge el citado medio. Por otro lado y en respuesta al enfado de la plantilla´, el director de operaciones de OpenAI, Brad Lightcap, comunicó el sábado a los empleados que la compañía todavía estaba hablando con la junta directiva para tratar de entender por qué despidió a Altman.

La amenaza de los trabajadores, respaldada por la enorme potencia informática de Microsoft y activo clave que impulsa la tecnología de OpenAI, provocó que el martes volviese la estabilidad a la empresa y, con ella, Altman. Así lo celebró Shear en X: "Estoy profundamente satisfecho con este resultado, después de ~72 horas de trabajo muy intensas. Al ingresar a OpenAI, no estaba seguro de cuál sería el camino correcto. Este fue el camino que maximizó la seguridad además de hacer lo correcto por parte de todas las partes interesadas involucradas. Me alegro de haber sido parte de la solución". Las negociaciones con Altman dieron fruto. "En principio, hemos llegado a un acuerdo para que Sam Altman regrese a OpenAI como director ejecutivo con una nueva junta inicial formada por Bret Taylor (presidente), Larry Summers y Adam D'Angelo", informaba OpenAI. El cofundador y presidente Brockman lo celebró con una selfie de su personal "Volveremos más fuertes y más unidos que nunca", afirmó.