La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha aconsejado a los ciudadanos que vayan a comprar test rápidos de antígenos -desde este jueves a la venta sin receta en farmacias- que adquieran sólo los que están homologados y en estos establecimientos, donde su precio varía entre los 6 y los 14 euros.

De momento se han autorizado nueve productos, uno que funciona con saliva (la prueba rápida antígeno COVID-19, cuyo fabricante es Hangzhou Alltest Biotech) y ocho que precisan una muestra nasal.

Estos ocho son los que se van a encontrar en las farmacias:

- Test rápido de antígenos Sars-Cov-2 (fabricante: Xiamen Boson Biotech).

- Flowflex prueba rápida de antígeno Sars-Cov-2 (fabricante: Acon Biotech).

- Diaquick prueba rápida de antígeno Sars-Cov-2 (Fabricante: Acon Biotech).

- 2019-nCov test antígeno (fabricante: Guangzhou Wondfo Biotech).

- Clinitest Rapid Covid-19 antigen self-test (fabricante: Healgen Scientific).

- Sars-Cov-2 antigen self test nasal (fabricante: SD Biosensor).

- Prueba rápida antígeno Sars-cov-2 (fabricante: Hangzhou Alltest Biotech).

- Kit prueba rápida de antígeno Sars-cov-2 para autodiagnóstico (fabricante: Beijing Lepu Medical Technology).

En estos test debe figurar el marcado de la comunidad europea y el organismo notificado que los haya evaluado (con un número de cuatro dígitos).

Mejor comprar en farmacia, no online

Desde este jueves se pueden adquirir en la propia farmacia o a través de su página web, pero en el caso de recurrir a una farmacia online conviene asegurarse que está autorizada y consultar para ello la lista de Distafarma.

Según la OCU, no es raro encontrar test rápidos de autodiagnóstico no autorizados en todo tipo de establecimientos online, sin garantías de fiabilidad.

Los consumidores tienen que tener claro que incluso los test de autodiagnóstico autorizados no sirven para obtener un certificado de viaje ni para confirmar una infección activa.

Los resultados positivos se consideran solamente casos sospechosos y deberán confirmarse en un centro sanitario mediante una PCR o una prueba rápida de antígenos de uso profesional.

Si es negativo pero hay sospecha, mejor prueba profesional

Si ocurre el caso contrario, es decir que el resultado de un test de autodiagnóstico es negativo, pero persiste la sospecha (por los síntomas o por haber estado en contacto estrecho con una persona infectada), debe consultarse con el centro de salud para que se valore la posibilidad de hacer una prueba profesional.

También se admite ya la venta sin receta en farmacias de pruebas rápidas de anticuerpos o serológicos, aunque en este caso la OCU desaconseja su uso si lo que se pretende es certificar que se ha pasado la infección.

No lo recomienda porque aunque la información que aportan sobre el estado serológico pueda tener interés en casos concretos, no sirven, según mantiene, como sospecha de infección activa y no se admiten si lo que se pretende es certificar que se ha pasado la infección.