Los datos obtenidos ayudan a corregir posibles problemas de cervicales, espalda o circulación, e incluso dolor en las articulaciones, así como a mejorar los hábitos que influyen en la calidad del sueño.

A través de una aplicación, a la que se accede desde el smartphone o la tablet, el usuario puede personalizar su cama, regulando sus ocho zonas configurables y elegir hasta seis diferentes niveles de firmeza –extrasuave, muy suave, suave, media, firme o muy firme-.

Con la información generada, se conocen además de datos cuantitativos como el número de horas dormidas, otros de carácter cualitativo, como el índice de calidad del sueño. La app permite el dominio total del soporte de descanso, ya que puede transferir los parámetros personales a otro iBedFlex® que el usuario disponga en una vivienda distinta.

“Es una revolución total a lo que estamos acostumbrados hasta ahora, el resultado del trabajo desarrollado por el equipo de I+D de Flex, que ha conseguido lanzar la primera cama inteligente del mercado que permite ofrecer un descanso personalizado y adaptable día a día”, explica Tomás Romero, Director de Innovación y Desarrollo del Grupo Flex.