Durante 13 años, el barco Mater Museoa pescó anchoas, verdeles y bonito, pero ahora lanza sus redes en busca de basura marina porque según afirma su directora, Izaskun Suberbiola, "para 2050, si seguimos con esta tendencia tendremos más plástico que peces en el mar".
Sólo en el golfo de Bizkaia hay más de 50 millones de toneladas de desechos, y cada minuto se vierte un camión de basura lleno de plásticos a los océanos, de los que únicamente el 15% flota y el resto va al fondo.
Los plásticos se descomponen en microplásticos, las especies marinas se los comen al confundirlos con plancton y así entran en la cadena alimentaria. "No sólo afecta a las aves o a los peces, hoy tenemos plástico para cenar", explica Izaskun Suberbiola.
A dos millas hay líneas de basura en paralelo a la costa y nadando entre ellas peces y delfines. Jader, biólogo marino, está preocupado por la falta de concienciación: "Hay que trabajar en la sensiblilización para evitar que llegue al mar". Empezando por enseñar que el mar es inmenso y azul y no un vertedero.