'Stranger Things' acaba de estrenar última temporada. La famosa serie de Netflix continúa con las aventuras de sus protagonistas que sus tramas se desarrollan entre dos mundos. Esta serie de los hermanos Duffer es una de muchas otras producciones que llevan a escena la famosa dimensión paralela hasta el punto de que uno no sabe si está viendo una película o una clase de astro física, como puede ocurrir con 'Interestelar', de Christopher Nolan.
Una larga lista de películas y series con las que sus directores y seguidores fantasean con la existencia de otro mundo similar al que están acostumbrados, teniendo en cuenta los toques que la magia del cine aporta al producto. Pero, ¿y si esa fantasía se hiciera realidad? Parece una locura, pero un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tenesse, EE UU) sí lo ven posible y están en ello.
Parece la ya típica historia en la que los científicos prometen que se cumplirá de aquí a veintitantos años, pero no: este mismo 2019 podría ser el año en el que, por primera vez en la historia de la humanidad, se abriría la puerta hacia un universo paralelo.
Fue en una entrevista para la 'NCB news', cuando Leah Broussard, física y líder del equipo, lanzó la noticia del proyecto en el que ella y sus compañeros están trabajando en la construcción del equipo necesario para poder abrir la brecha entre los dos universos.
La causa del experimento
La investigación está inspirada en los resultados que unos físicos de los años 90 obtuvieron al medir el tiempo que tardaban los neutrones en descomponerse en protones una vez se eliminaban del núcleo de un átomo. A través de dos experimentos diferentes, descubrieron que los neutrones se descomponían a distintas velocidades, en vez de transformarse en protones exactamente a la vez.
29 años después y teniendo presente lo sucedido en el pasado, estos científicos estadounidenses esperan que el nuevo universo se abra antes de 2019. El actual experimento consiste en disparar un haz de neutrones a través de un túnel de 15 metros. Estas partículas deberán atravesar un imán cargado de una gran cantidad de energía para toparse con una pared aparentemente inquebrantable. Al otro lado de ese muro se instalará un detector de neutrones. Una acción que normalmente no sirve para nada porque la teoría básica explica que el detector no funcionaría.
Una negativa que no frenará el experimento. El equipo confía en el detector y en la pequeña posibilidad de que registre la existencia de neutrones al otro lado de dicha pared. Si lo hace, eso quiere decir que hay neutrones 'oscilando' en un mundo que funciona como un espejo respecto al mundo conocido por todos. La última prueba de la existencia del universo paralelo es que los neutrones que están al otro lado puedan pasar al normal.
Para obtener un porcentaje más esperanzador, el equipo instalará campos magnéticos a ambos lados de la pared, que pueden alterar su fuerza. Se espera que ciertas fuerzas puedan ayudar a la oscilación de las partículas y así registrarlas. "Solo los que pueden oscilar y luego regresar a nuestro universo pueden ser detectados", explicó Broussard a 'New Scientist'.
El 'mundo espejo' como respuesta a otras incógnitas
La existencia de un universo paralelo podría explicar la falta de isótopo litio 7 en nuestro universo, explica el diario británico 'The Independent'. Los físicos creen que no coincide con las cantidades que el Big Bang habría creado.
Puede que llegados a este punto, algunos sigan creyendo que es imposible la creación de un mundo espejo, pero tiene su lógica: la existencia de dos grupos de neutrones que están en dos mundos diferentes determina que el 1% de ellos puede cruzar de un lado a otro antes de volver atrás y luego emitir una protón detectable.Otra de las razones por las que puede existir una realidad paralela es el registro de rayos cósmicos de alta energía que provienen más allá de nuestra galaxia. El poder que los caracteriza no congenia con el supuesto hecho de que hayan viajado sólo por el universo común.
Broussard explicó a la 'NCB' que para realizar este experimento han utilizado material y recursos ya existían de antes en su laboratorio. Eso podría significar que no es la primera vez que los estadounidenses intentan abrir un portal hacia una dimensión paralela.