Un pestilente perfume denominado 'Polución', envasado en un casi oxidado "tubo de escape", trata de concienciar sobre los altos niveles de contaminación en Quito.
La original campaña ha tomado las calles para alertar contra el que es uno de los principales problemas municipales: el esmog.
"Hemos desarrollado un perfume que es justamente a lo que olemos los quiteños producto de la contaminación del transporte público", explicó el vicealcalde Eduardo del Pozo.
"Tiene mal olor", "huele terrible", "cloaca" o "feísimo", son algunas de las reacciones a la fragancia, elaborada en un laboratorio a partir de alquitrán y carbón, y que reproduce el fuerte olor a humo que se respira en las zonas más contaminadas bajo el eslogan comercial de: 'Soy el aire de Quito'.