El estudio de geoingeniería solar denominado 'Experimento de perturbación estratosférica controlada', o 'SCoPEx', y publicado por la revista 'Nature' pretende generar un gran escudo que reduzca la entrada de luz en la atmósfera, tal y como funciona un protector solar en la piel humana.

Para ello, lanzarán un globo a 20 kilómetros de altura con carbonato de calcio, unos polvos minerales que se utilizan en cremas de dientes y cementos que se esparcirán por la atmósfera alrededor de un kilómetro. Una técnica que podrían realizar incluso los aviones en caso de que funcionase de manera correcta.

El experimento, que aun se encuentra en una fase inicial, espera averiguar cuales son los cambios en la composición química de la atmósfera y, según se estima, podría reducir la temperatura del globo terrestre 1,5ºC, pero también conlleva riesgos para el correcto desarrollo de la vida dentro del planeta.

Jonathan Proctor, investigador del Departamento de Agricultura de la Universidad de California en Berkeley, ha advertido sobre los riesgos del experimento: "Ensombrecer el planeta lo mantiene más fresco, lo cual ayuda a que las cosechas crezcan mejor. Pero las plantas también necesitan la luz del sol para crecer, así que bloquearles la luz solar puede afectar su crecimiento". El investigador también ha advertido de los riesgos para la agricultura ya que, además, podrían verse alteradas las precipitaciones, causando más sequías.

Harry McCaughey, profesor de climatología en la Queen's University en Canadá, ha asegurado a BBC que actualmente la ciudadanía debe centrarse en disminuir por otros medios los gases de efecto invernadero: "La geoingeniería en general aún se encuentra en una fase muy temprana de desarrollo y nunca debe considerarse como una alternativa razonable para descarbonizar nuestros sistemas energéticos y nuestra economía".