Un nuevo estudio sobre los desperdicios de plástico en el mar confirma los perjuicios que traen para las especies marinas y también para los humanos. Un grupo de investigadores suecos ha confirmado que los plásticos pueden ser tan adictivos para los peces más jóvenes como la comida basura para los adolescentes.
Según el informe, publicado por la revista 'Science' y difundido por la BBC, las altas concentraciones de poliestireno hacen que las larvas de perca, el ejemplar en el que se ha provado el estudio, prefieran ingerir este tipo de partículas en lugar de alimentos más naturales.
Como consecuencia, estas crías son más pequeñas y nadan más lento, lo que las convierte en un objetivo fácil para los depredadores.
Los expertos se sorprendieron de que los peces preferían comer plástico aún teniendo zoo plancton disponible. "Parece que es un producto químico o físico de referencia que el plástico tiene, que desencadena una respuesta de alimentación en peces" dijo el Dr. Lonnstedt.
Publicado en 'Science'
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Para ello, los investigadores de la Universidad de Stanford han aplicado de manera tópica un colorante alimentario común y ello ha permitido observar sus vasos sanguíneos y el funcionamiento de los órganos y los músculos.