En esta ocasión, la vencida llegó a la cuarta. Tras tres intentos frustrados, la sonda Parker despegó este domingo de la base de Cabo Cañaveral, en Florida, rumbo al Sol. Según lo previsto, llegará lo más al sur que haya ido nunca un vehículo espacial.

El viaje será largo porque Tierra gira en su órbita muy deprisa, a unos 100.000 Km/h; para llegar al Sol, ha de perder velocidad. En este caso, la sonda Parker deberá reducir la suya hasta un 80%.

Pero no existe cohete capaz de ejercer un frenado tan intenso. Por ello, la sonda deberá pasar siete veces a poca distancia de Venus, el planeta que le hará de freno. Así, podrá aproximarse al Sol, más o menos, en el año 2025.

Pero, ¿cómo es posible que se acerque tanto al Sol y no se funda? "La cara que va a ofrecer al Sol tiene un escudo que está formado por material cerámico refractario capaz de resistir temperaturas próximas a los 1.400 grados", explica Miguel Santander, astrofísico del Observatorio Astronómico Nacional.

La sonda llegará a estar a seis millones de kilómetros del sol. Allí, obtendrá información muy valiosa. "Podemos entender el comportamiento de las tormentas solares y eso nos permitirá estar protegidos", añade Santander.

Así, la Parker hará el viaje espacial más lejano y con más misterios que se ha realizado hasta la fecha.