CÓMO HEMOS CAMBIADO
Páginas amarillas, casetes o mapas en papel: así era la vida antes de internet en España donde cumple 40 años
¿Por qué es importante? La primera conexión se realizó desde la Universidad Politécnica de Madrid en 1985 y a partir de ahí cambio todo.

Resumen IA supervisado
Hace 40 años, la vida sin internet en España era muy diferente. Las guías de papel eran esenciales para encontrar teléfonos o direcciones, y se recurría a enciclopedias impresas para buscar información. Las citas se mantenían sin WhatsApp y los mercadillos sustituían a aplicaciones como Wallapop. Los documentos se guardaban en disquetes y los mapas en papel eran necesarios para orientarse. Las bibliotecas eran vitales para realizar tareas escolares. Llamar por teléfono requería memorizar números o usar páginas amarillas. Las series se veían semanalmente en televisión y la música se escuchaba en walkmans. Jugar con amigos significaba estar físicamente juntos.
* Resumen supervisado por periodistas.
¿Usted recuerda cómo era la vida antes de internet? Cuando no existía se dependía de las guías de papel para encontrar teléfonos o direcciones y, por supuesto, todo era más lento y costoso que teclear en Google. Del mismo modo, la información se buscaba en las enciclopedias impresas, no en la Wikipedia. Y si no llegabas a una cita, no existía WhatsApp para avisar. Por suerte, todo eso ha cambiado con la llegada de internet, que este martes cumple 40 años en España. Por eso, desde informativos laSexta hemos salido a preguntar los jóvenes cómo creían que se podía sobrevivir.
Mucho antes de que existiesen aplicaciones como Wallapop o AliExpress, lo más parecido eran los mercadillos como 'El rastro' o 'El piojillo'. Igualmente, no existía Google Drive para guardar documentos en una nube, sino que la información se salvaba en disquetes. Y, por supuesto, no había Google Maps o Waze, sino que se llegaba a los sitios con mapas de verdad o perdiéndose. "Yo no tenía batería en el móvil y no sabía cómo llegar al metro"; "Le preguntaría a la gente local", han remarcado dos jóvenes.
Del mimo modo, a la hora de quedar se utilizaban expresiones como "¿Qué pasa?", en lugar de escribir todo por WhatsApp o Telegram. Y si había muchos deberes que hacer, se recurría a las enciclopedias y a las bibliotecas, porque claro, nadie tenía al alcance de la mano una colección completa de tomos. "Pues nada, a la biblioteca, a buscar libros", ha aseverado otro chico.
Igualmente, llamar por teléfono era una odisea porque si era conocido era posible que tuvieses apuntado el número o te lo supieses de memoria. Pero como no lo fuese, te tocaba sumergirte en las páginas amarillas. "Ay, mi abuela tenía como un libro con muchos contactos, una agenda", ha recordado una adolescente.
Además, las series o se veían en la televisión o no se veían, pero es que además solo se emitía un capítulo por semana, evidentemente, plataformas como 'Netflix', 'Prime' o 'HBO' eran inimaginables. Lo mismo que para escuchar música, nada de 'Spotify', se introducía un disco en el walkman o una cinta en el casete y tenías "que ir pasando cada canción", ha apuntado una chica. Por último, si se quería jugar con amigos, de verdad, se jugaba con ellos en la misma habitación, no en línea.
Con todo, quién le iba a decir a aquellos científicos de la Universidad Politécnica de Madrid que hace 40 años se conectaron a internet por primera vez en España que el mundo cambiaría hasta quedar reducido a poco más que un clic.
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