Los médicos no daban ninguna solución y tendrían que esperar un año para recibir una prótesis con la que su bebé no podría agarrar cualquier objeto. Su padre se negaba a estar esperando un año y se propuso buscar una solución.

"Recuerdo que pensaba: debo estar soñando, esto es una pesadilla'", explica su padre Ben Ryan a 'BBC'.

Sol Ryan

Ben, profesor de psicología, comenzó buscando la solución con un brazo de gomaespuma, se lo ató al codo y vio como su hijo comenzó a jugar con él. "Antes de ese momento el brazo izquierdo no hacía nada", cuenta Ben a BBC.

A partir del brazo de gomaespuma, Ben decidió que no pararía hasta conseguir proporcionarle un brazo a su hijo. Comenzó a realizar su propia prótesis con trozos de tuberías y accesorios de fontanería.

Esquema para un prototipo de brazo prostético diseñado por Ben Ryan para su hijo

Buscó ayuda en un laboratorio de la Universidad de Bangor. "Cuando empecé a hablar con Ben y supe qué quería hacer, me quedé muy impresionado", recuerda Wyn Griffith a la BBC, jefe técnico de Innovation Pontio.

En lugar de tener que esperar meses para una solución por parte del sistema público sanitario del Reino Unido, utilizaron tecnología de última generación, y consiguieron imprimir en tres dimensiones un brazo para Sol. Hoy en día, Sol lleva una vida normal con el brazo diseñado por su padre.

Sol Ryan

"Puede hacer el 90% de las cosas que un niño con dos manos puede hacer, pero quiero ayudarle a ajustarse a ese 10% de tareas con las que va a tener dificultades", "quiero ver el momento en que pueda girarse y recoger algo como de manera natural, casual, y entonces sabré que he hecho un buen trabajo", explica Ben a BBC.

Sol Ryan

Con el buen resultado de la prótesis empezaron a llamar a Ben "el papá diseñador". Dejó su trabajo y fundó su propia compañía dedicándose únicamente a la creación de otras prótesis.