La operación se practicó en el servicio de Medicina Maternofetal del Clínic de Barcelona, en la sede de la Maternitat, con la participación de los equipos del Clínic y del Sant Joan de Déu.
A la mujer en cinta, tras 21 semanas de gestación, se le detectó que el feto tenía los pulmones muy dilatados, estaban comprimiendo el corazón y produciendo un fallo cardíaco. El mismo día de la visita, se practicó la operación.
El responsable de la operación, Eduard Gratacós, ha explicado la dificultad de la operación "estábamos preparados para la intervención pero el principal problema es que el paciente era como de mantequilla, la tráquea se nos podía romper en cualquier momento porque era como de papel de fumar".
Los especialistas tardaron más de una hora y media en preparar y diseñar la operación, que ejecutaron en 22 minutos.
"La cirugía la hicimos aprovechando técnicas que utilizamos en otras intervenciones, como el tratamiento de hernias", ha dicho Gratacós.
"Fue muy difícil porque la madre tenía la placenta en la parte anterior del vientre, el feto estaba muy inflado y además nos daba la espalda. Nos llevó mucho tiempo preparar la operación pero finalmente lo dormimos y lo giramos y a través de la tráquea llegamos a la laringe", ha explicado Gratacós.
El padre del bebé ha explicado que "llegamos sin ninguna esperanza. En Cartagena nos dijeron que la situación era muy grave y aquí nos dieron una esperanza y una alegría”.
Las semanas posteriores a la operación, los médicos comprobaron que el embarazo se desarrollaba dentro de lo previsto; los pulmones recuperaron poco a poco su tamaño normal y el corazón mejoraba hasta llegar a una situación normal.
El embarazo siguió su curso y 16 semanas después nació el bebe en el Hospital de Cartagena.