Ya están aquí las nuevas mascarillas FFP2 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Están elaboradas con un nuevo material, compuesto por nanofibras, que aumenta la capacidad de filtración hasta el 77% —la de las quirúrgicas normales es de un 65%— . Además, cuentan con diversas mejoras: son biodegradables y se pueden utilizar durante varios días.

La primera remesa de mascarillas, que a lo largo de las próximas semanas se comercializará también en Alemania y Latinoamérica, estaba compuesta por medio millón de unidades, que ya se han agotado en España.

Según indica el CSIC en un comunicado, el primer lugar donde se pueden adquirir es en la página OpenMarkt. De momento solo están a la venta en España por internet, y el precio de cada unidad es 2,50 euros. También se pueden solicitar a la dirección de correo de la empresa Bionicia (proveil@bioinicia.com), cotitular junto con el CSIC de la patente de esta nueva tecnología. Ambas entidades están encargadas de "suministrar a organismos públicos, farmacias y supermercados" sus productos, pero no han especificado cómo ni cuándo se venderán en estos establecimientos.

Menos calurosas y húmedas

Para el CSIC, la inclusión de este nuevo material de nanofibras en las mascarillas supone un salto en la calidad de las mismas: "Podrán ser utilizadas por la población durante varios días, tienen mayor tiempo de usabilidad y en breve serán antimicrobianas y biodegradables", indican en el texto.

Asimismo, José María Lagarón, director del equipo que ha diseñado las mascarillas, explica a laSexta Noticias que las pruebas han sido satisfactorias: "Hemos hecho pruebas de uso durante dos días completos (los usuarios solo se la quitaban para comer y dormir) y al terminar hemos visto que no se perdían propiedades", espeta.

El investigador del CSIC añade otro plus a sus mascarillas: la comodidad. "Al ser más ligera, disipa mejor el calor", mientras que Nelson Blanes, director de negocio de Proveil, asegura que "permite una transferencia de calor que evita que se empañen las gafas".

En la web donde se venden, Bioinicia señala que estas mascarillas “poseen una alta capacidad de filtrado mecánico, sin perder respirabilidad durante un periodo de tiempo prolongado, ya que no basan su funcionamiento en su carga electrostática”, una tecnología habitualmente utilizada en el resto de filtros.

Por otra parte, también indican en OpenMarkt que la nanotecnología empleada para su confección permite “evitar la acumulación de calor y humedad en el interior y ha sido fabricada en España sin depender de ningún proveedor de fuera de la Unión Europea”.

"Pensadas para profesionales sanitarios"

La institución apunta que estas mascarillas están concebidas para toda la población, aunque señala que se han diseñado con ciertos colectivos en mente: "También están pensadas para profesionales sanitarios, personal de líneas aéreas y para fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, en cuyo caso la recomendación es usar una al día", escriben.

Estas mascarillas cuentan con la certificación "especial" CPA FFP2, lanzada por Europa para resolver la escasez en el suministro de materiales de filtración cuando China interrumpió sus exportaciones, según el CSIC. Asimismo, "han sido certificadas por DEKRA y APPLUS+".

Se trata de una colaboración público-privada, "un éxito", según Ángela Ribeiro, vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento del CSIC. El proyecto nace de algunas iniciativas para abordar la pandemia de la COVID-19, aprobadas por la plataforma Salud Global del CSIC y por la convocatoria del Sistema Valenciano de Innovación e Investigación de la Consellería de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital