A finales de diciembre de 2014 unos satélites detectaron una columna volcánica en un territorio del Reino de Tonga, en el Océano Pacífico Sur. En enero de 2015 la erupción había terminado y empezaban a surgir nuevos terrenos que se extendían entre varias islas. Nacía así una nueva isla, Hung Tonga-Hunga Ha'apai.

Dan Slayback, un científico de la NASA, fue una de las personas encargadas de observar el nacimiento de esta isla. Su misión era la de hacer una maqueta realista en 3D para poder conocer su forma y su volumen. Para ello, sólo contaban con las imágenes del satélite, así que decidieron visitarla por si mismos en un viaje que fueron relatando a través de un blog de la NASA.

El científico Dan Slayback en la isla Hunga Tonga-Hunga Ha'apai

"Estábamos emocionados, como niños pequeños", contó Slayback al blog de la expedición. "Realmente me sorprendió lo valioso que era estar allí en persona para verlo". Y es que no se trata de la visita a una isla normal.

La mayoría de las islas recién nacidas desaparecen en un par de meses, pero con esta no ocurrió. Gracias a un análisis, los científicos pudieron determinar que la esperanza de vida de esta isla será de entre seis y 30 años. Se convierte así en una de las tres islas volcánicas que en los últimos 150 años viven más de unos pocos meses, sobreviviendo a la erosión de las olas del Pacífico. Además, es la primera en hacerlo desde que una flota de satélites comenzó a observar la superficie de la Tierra.

La isla Hunga Tonga-Hunga Ha'apai

Los datos que han podido recopilar durante esta visita los científicos permitirán conocer mejor la isla. No obstante, Slayback espera volver a visitarla dentro de un año para encontrar más respuestas.