Un grupo de científicos de la Universidad de Hawái que trabaja en un proyecto financiado por la NASA podría haber detectado por primera vez partículas de energía en la Antártida que no son de nuestro universo o que siguen leyes de física distintas a las que se conocen, según una de las hipótesis planteadas por el medio científico 'New Scientist'.

Sin embargo, pese a que la publicación menciona la posibilidad de que exista un universo paralelo, hay científicos que lo ponen en duda y aclara que no se saben con certeza la razón de los eventos anómalos detectados por ANITA.

Según explica esta revista especializada, este grupo de investigadores, del que forma parte el profesor Peter Gorham, escanearon en 2016 más de un millón de kilómetros cuadrados del helado paisaje de la Antártida con la Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA) para detectar los rayos cósmicos que impactan contra la superficie de la Tierra.

Estos rayos cósmicos contienen neutrinos, que son partículas infinitamente pequeñas que se mueven casi a la velocidad de la luz, y no interaccionan casi con nada en el universo. Los neutrinos de baja energía pueden atravesar nuestro planeta sin mayor problema, pero los de mayor energía son detenidos por la masa sólida de la Tierra, contra la que impactan generando ondas de radio que ANITA detecta para rastrear su origen en el universo.

Por lo tanto, estos neutrinos con mayor energía solo se pueden detectar viniendo de una dirección: desde el espacio hacia el suelo de nuestro planeta. Pero esto no es lo que ocurrió en esta ocasión, puesto que ANITA detectó partículas más pesadas, neutrinos tau, que "salen" de la Tierra en dirección al espacio y que viajan casi a la velocidad de la luz.

En este punto, 'New Scientist', que cita a científicos no implicados en el proyecto, plantea que una de las posibilidades de que estas partículas detectadas viajan hacia atrás en el tiempo y que esta podría ser una evidencia de un universo paralelo que tendría su origen en el Big Bang y el que, desde nuestra perspectiva, funciona a la inversa y el tiempo retrocede.

Pero Peter Gorham, físico experimental de la Universidad de Hawaii y principal investigador de ANITA al que se atribuye esta informacón, niega en un correo electrónico enviado a maldita.es que su equipo haya teorizado que sus datos respalden esta idea de universos paralelos. "No tenemos información para informar sobre semejantes cosas". El científico cree que la confusión procede de una publicación del Daily Star de la que se han hecho eco los medios y que hace "un periodismo sensacionalista". "Se ha inventado cosas sobre mí y mi experimento", afirma.

Neil Turok, del Instituto Perimeter de Física Teórica de Waterloo, es uno de los que pone en duda la teoría de los universos paralelos afirmando que hay algunos "cabos sueltos". Por su parte, Ron Ekers, miembro honorario de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO) de Australia, recuerda que "después de cuatro años no ha habido una explicación satisfactoria de los eventos anómalos vistos por ANITA".

Otro de los supuestos con los que trabajan es que "en realidad estamos viendo una nueva clase de partículas subatómicas que es muy penetrante" y que supondría un nuevo modelo de la física, dijo Gorham. También hay quienes creen que los resultados podrían deberse a una falla científica. "Nos quedan las posibilidades más emocionantes o las más aburridas", explica Ibrahim Safa, que también trabajó en el proyecto.

La teoría sobre la existencia de un universo paralelo no es algo nuevo, ya que investigadores del Instituto Perimeter de Canadá ya publicaron la posibilidad de que el Big Bang creara, además del nuestro, un "antiuniverso" en el que, desde nuestro punto de vista, todo sucedería al revés y que estaría compuesto por antimateria. Hasta el momento, no hay estudios concluyentes y la NASA no se ha pronunciado sobre esta posibilidad.

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