Quienes viven a menos de 200 metros de una carretera con mucho tráfico tienen un 11% más de probabilidades de desarrollar infertilidad. Es la conclusión de un estudio de la Universidad de Boston que ha observado a 36.000 mujeres a lo largo de una década.
El polvo, la suciedad y el hollín acumulado en el ambiente inflaman nuestras vías respiratorias según afirma Benedicte Jacquemin, del centro de Investigación en epidemiología ambiental, "esta inflamación pulmonar se podría trasladar al resto del organismo y puede provocar que un embrión tenga dificultades para implantarse".
Las sospechas de los científicos se confirman por primera vez con este estudio en el que se detectaron 2.500 casos de infertilidad en mujeres, pero la polución no es el único obstáculo para poder ser padres de manera biológica. "La contaminación sola es poco probable que sea la causa única de infertilidad", señala Jacquemin. Nuestro estilo de vida, el postergar la maternidad y el estrés dificultan un embarazo.
Por eso, también para paliar los efectos de la contaminación y poder tener un hijo Victoria Verdú, ginecóloga, aconseja "no fumar, controlar la dieta y mantenernos en un peso adecuado". En la actualidad, uno de cada tres nacimientos son de madres mayores de 35.