Cerca de la mitad de los pacientes que pasaron el coronavirus graves y tuvieron que ser hospitalizados continúan experimentando síntomas persistentes un año después. Así lo refleja un estudio desarrollado en un hospital de Wuhan (China) y publicado por 'The Lancet', que ha contado con la experiencia de más de 1.000 pacientes.

Los investigadores han trabajado con un total de 1.276 pacientes, de una edad media de 57 años, a los seis y a los doce meses de haber recibido el alta en el hospital Jin Yin-tan entre enero y mayo de 2020, y determinaron que "la mayoría de los síntomas se había resuelto" al pasar un año. Sin embargo, estas personas recuperadas presentaban un peor estado de salud general respecto a personas de la misma edad, sexo y con historiales clínicos similares que no habían sufrido el COVID-19.

Así, en el 49% de los casos alguno de los síntomas de la enfermedad persistía, mayoritariamente la fatiga o debilidad de muscular. También, uno de cada tres pacientes sufría dificultades para respirar.

"Si bien la mayoría se recuperó bien, los problemas de salud persistieron en algunos pacientes, especialmente en aquellos que estuvieron críticos durante su hospitalización", ha explicado Bin Cao, investigador del Centro Nacional de Medicina Respiratoria de China, en un comunicado de 'The Lancet'.

Por eso, los expertos concluyen tras el estudio que la recuperación de algunos pacientes llevará más de un año, y añaden: "Eso debería tenerse en cuenta en la gestión de los servicios sanitarios pospandemia".

El estudio analizó del mismo modo la situación laboral de los pacientes que sufrieron COVID-19. De entre los 594 que no estaban retirados antes de contraer la enfermedad, el 88 % había regresado a su puesto de trabajo original un año después de recibir el alta y el 76 % aseguraba que volvía a desempeñar su labor al mismo nivel que antes de su ingreso.