Microsoft ha decidido renunciar a su último proyecto de inteligencia artificial: poder recrear conversaciones con familiares o amigos que han muerto.

A pesar de que la idea había sido presentada incluso en la oficina de patentes en 2017, finalmente se ha descartado, pero no por imposible, sino porque la compañía afirma que la tecnología que han desarrollado, textualmente, "es demasiado perturbadora".

La idea patentada pensaba recopilar datos compartidos en internet y redes sociales para entrenar un interlocutor basado en el aprendizaje automático. Ese interlocutor artificial simularía una conversación real con la persona fallecida, incluyendo muestras de su personalidad.

La tecnología tenía como objetivo simular características del individuo representado como "el estilo, la dicción, el tono, la voz, la intención, la longitud de su diálogo, complejidad, temas o consistencia".

Para hacer aún más real al robot dialogante, el algoritmo de entrenamiento tendría en cuenta atributos como los intereses, opiniones, datos demográficos, género o profesión.

El chatbot podría utilizar también reconocimiento facial y de voz para simular a la persona en una representación tridimensional.

Pese a que Microsoft no tiene intención de desarrollar el producto, la patente muestra las posibilidades reales de las tecnologías de Inteligencia Artificial.

Además, la empresa ha señalado que esta idea es previa a las salvaguardas y revisiones que implementan para que el desarrollo de la Inteligencia Artificial siga parámetros éticos, como hacen otras grandes empresas tecnológicas.

Los robot hacen historia

Una marcha atrás que se produce justo el día que se cumplen 100 años de la llegada de la palabra 'robot'.

Desde entonces se han creado todo tipo de 'humanos' en chapa. Algunos, como los de Boston Dynamic, son capaces incluso de hacer acrobacias al ritmo de la música. La tecnología ha avanzado tanto que ya hay robots que trabajan en la vida real.

La palabra 'robot' se usó por primera vez en una obra de teatro checa que después se llevaría al cine. El término fue inventado por el hermano del dramaturgo y emana del significado de "trabajo forzado" o "esclavo", que era lo que se pretendía conseguir.

Su bautizo fue en los años 20, pero los robots han existido siempre, se llamaban autómatas, y las leyendas antiguas de personas artificiales les sitúan en la mitología griega.

También hubo ejércitos robóticos que protegían las reliquias de buda y hasta Leonardo da Vinci creó con detalle un caballero mecánico.

Pero el intento denifitivo de automatización fue el denominado 'El turco', una máquina capaz de jugar al ajedrez con cualquier humano en 1734. Eso sí, tenía truco: un maestro, bajito, escondido en sus entrañas.

Desde entonces hasta ahora, la evolución ha sido tan grande que, como ha ocurrido con Microsoft, los humanos han tenido que plantearse ponerle un coto a su creación.