Estaban deseando ir a la feria, pero las fuerzas no les acompañaban. Pero eso no ha sido impedimento para pisar una vez más la Feria de Sevilla. Los trabajadores de la residencia San Juan de Dios de Sevilla tuvieron una idea: usar la realidad virtual para que sus residentes pudiesen sentir otra vez lo que se vive dentro de una caseta.
Lali, de 102 años, ha sido una de las afortunadas. Sus años no le pesan tanto como las gafas de realidad virtual que le han permitido volver a vivir el ambiente de la feria. Lo ha hecho con la ayuda de su propio avatar. "En una caseta veo sillas, una mesa y ahí hay farolillos. Aquí veo un tablao...", relata ante las cámaras. La trabajadora le explica que tiene delante a un 'camarero' ofreciéndole jamón. "No, muchas gracias que es temprano", responde ella.
El ambiente ferial ha hecho que Lali haya sido capaz de bailar unas sevillanas. Rosario también se da un vuelta por el Real de la Feria. Queda completamente sorprendida. "¡Uy, uy, uy! Esto es una maravilla: el coche de caballos y todo", expresa emocionada.
Todos estos mayores juntos suman muchos 'alumbraos', muchos 'pescaitos', muchas palmas. "Me encantaba bailar y cantar", asegura Modesta. El director de la residencia ha traído la feria hasta ellos. Rafael Martínez, director del centro, cuenta que han traído el Real hasta allí.
También a los Cantores de Híspalis. "Nosotros le hemos traído la música de la feria directamente", cuenta uno de ellos. Aunque para ellos las gafas de realidad virtual sea algo desconocido, hoy les ha permitido conectar con lo cotidiano.