El aumento de la basura espacial está poniendo en peligro el uso sostenible del espacio y los beneficios de más de un billón de dólares en su explotación previstos para 2030, por lo que es urgente asegurar que todos los actores que intervienen en el mercado espacial consensuen su uso seguro y sostenible.

Según la Agencia Espacial Europea (ESA), hay más de 6.000 toneladas de estos desechos flotando en el espacio. Proliferan objetos que orbitan sin control alrededor de la Tierra, particularmente en las órbitas bajas y geoestacionarias, que son las más interesantes para ser utilizadas y explotadas.

Además, según GMV, la empresa de referencia mundial en la monitorización de la proliferación de la basura espacial, se estima que hay más de un millón de objetos de tamaño superior a 1 centímetro capaces de provocar daños potenciales de diferente índole "y la cantidad aumenta peligrosamente".

Con el objetivo de conseguir un uso sostenible del espacio, diversas entidades del sector espacial, presentaron el pasado febrero la iniciativa internacional 'Net Zero Space', una plataforma que involucra a actores de cualquier misión espacial: lanzadores de satélites, fabricantes, operadores, organizaciones de la sociedad civil, investigadora y académica, agencias espaciales y actores públicos de todo el mundo.

Esta coalición llama a abordar de forma "urgente y consensuada" la contaminación orbital creciente y pide, de cara a 2030, acciones urgentes y concretas para mitigarla.