Durante 2018, más de 3.500 personas se han preparado para ejercer de médico fuera de las fronteras españolas. Las razones de la fuga de cerebros se encuentran en la precariedad laboral. A los bajos sueldos se añade que el número de personas que estudia medicina en España ha aumentado, mientras que las plazas para acceder al MIR, la prueba exigida para acceder a un puesto de médico especialista, han disminuido, superando por poco las 6.000 vacantes al año.

La Organización Médica Colegial (OMC), encargada de expedir el certificado que convalida su título en otros países, otorga los alarmantes datos: el número de médicos que han salido de España en 2018 ha aumentado un 7,4% respecto a 2017 y es la cifra más alta de los últimos ocho años, en los que más de 23.500 doctores han abandonado el país.

Como solución al éxodo de los médicos españoles, de los cuales un 46% tienen una edad comprendida entre 31 y 35 años, las comunidades Autónomas optan por contratar a doctores extracomunitarios.

Para los facultativos que emigran, mayoritarios de las especialidades de Medicina de Familia, Anestesiología y Oftalmología, Francia y Reino Unido son los mejores destinos, siendo los países europeos que más médicos españoles reciben; fuera de Europa los elegidos para marcharse de España son Estados Unidos, Canadá y Emiratos Árabes.