Las madres lactantes que se han vacunado con Pfizer y Moderna han generado anticuerpos protectores frente a la covid-19, que transmiten a través de la leche a sus bebés, según dos estudios realizados en Tenerife y Barcelona.

Concretamente, la investigación realizada por el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, en Tenerife, se ha efectuado con una muestra de 90 madres lactantes, una embarazada y nueve madres sin vacunar. Y se demuestra que estas dos vacunas son efectivas y seguras para las madres, pues ninguna de ellas tuvo ningún tipo de reacción adversa grave, y protegen a los bebés, quienes tampoco presentaron ningún problema.

La jefa de Neonatología del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Sabina Romero, explica que después de analizar la sangre y leche de estas mujeres, todas ellas sanitarias voluntarias, se puede concluir que la vacunación en madres lactantes es "eficaz y segura".

En esta investigación, cuyo estudio científico está en elaboración para ser publicado próximamente en una revista médica internacional, han participado mujeres de una edad media de 36 años con 11 meses de media de lactancia, si bien 21 de ellas llevan más de dos años dando el pecho a sus hijos.

Ninguna de ellas ha tenido reacciones adversas de carácter grave y los lactantes no tienen síntomas importantes claramente relacionados con la vacuna, agrega Romero, quien por ello afirma que, por lo tanto, no hay ninguna diferencia respecto a la población general.

Esta investigación no ha estudiado el efecto que tiene AstraZeneca, la tercera vacuna que en estos momentos se dispensa en España contra la covid-19. No obstante, según la pediatra, todo apunta a que suceda lo mismo que con Pfizer y Moderna y que las madres lactantes vacunadas con AstraZeneca también generen anticuerpos contra la covid-19 en leche y sangre.

Otro estudio en Barcelona coincide en los resultados

Del mismo modo que ha ocurrido en Canarias, otra investigación, en este caso del Parque Sanitario Sant Joan de Déu (Barcelona) confirma que los niños amamantados por mujeres inmunizadas son resistentes a la enfermedad. No obstante, este estudio se ha realizado úniamente con la vacuna de Pfizer.

Las participantes de la investigación son profesionales sanitarias de Sant Joan de Déu que desarrollan su labor en primera línea y que estaban preocupadas por la posibilidad de contagiarse y transmitir el virus a sus hijos durante la lactancia, y también por los posibles efectos nocivos de la vacunación.

Las mujeres embarazadas han sido excluidas de los ensayos clínicos para aprobar las vacunas contra el SARS-CoV-2, aunque las autoridades científicas consideran que las vacunas ARNm (ARN mensajero) son seguras y recomiendan su administración en aquellos casos en que la posibilidad de contraer la enfermedad sea más elevada que los potenciales riesgos de la vacunación, y dejan la decisión de mantener la lactancia en manos de las madres.

En este contexto, y tras detectar que profesionales sanitarias querían vacunarse sin abandonar la lactancia, el Parque Sanitario Sant Joan de Déu impulsó el estudio LacCOVID, publicado en medRixv. "Los resultados alientan a todas las mujeres lactantes que estén dando el pecho a vacunarse con las vacunas basadas en ARNm sin interrumpir el amamantamiento", han afirmado Erika Esteve y Vicens Díaz de Brito, médica adjunta y jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Boi (Barcelona) del Parque Sanitari Sant Joan de Déu, respectivamente, ambos coordinadores de este trabajo.

Así, el estudio demuestra la existencia de anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 (IgG) en leche y en sangre de mujeres lactantes que han sido vacunadas con Pfizer-BioNTech.