Un avión asciende como un vuelo normal, pero al llegar a los 8.500 metros sus pasajeros levitan. Son los vuelos parabólicos, que simulan los efectos de la gravedad cero.

El avión asciende rápidamente para después caer casi en picado y "cuando va a cambiar de sentido hacia abajo ahí hay 20 segundos en el que es sensación de gravedad cero".

Es ahí donde se prueban experimentos en ingravidez, uno de ellos el de una empresa vasca que desarrolla tecnología para recoger muestras de polvo en asteroides.

Después de testarlo más de 500 veces en Tierra, ahora podrán conocer cómo será su comportamiento real en asteroides o lunas de gravedad baja. Pero el reto está, además, en traer de vuelta a la Tierra las muestras para ser analizadas.

Habrá que esperar a la próxima década para que estas misiones espaciales se hagan realidad.