Tienen alas y surcan los cielos, pero pájaros y aviones hasta ahora no siempre han convivido bien por acciones como los 'birdstrikes': hasta 2.200 colisiones se producen cada año solo en los aeropuertos españoles. No solo Alfred Hitchcok se asustaba de ellas

Para evitar este tipo choques que provocan pérdidas millonarias, en Francia han ideado un modo de combatirlos. La solución son dos círculos que recuerdan a unos ojos. Al verlos, los pájaros reaccionan de forma diferente.

El panel les produce un superestímulo, una ilusión visual que les obliga a permanecer alejadas de la zona aeroportuaria. Toda una revolución en el mercado de los espantapajaros. Una opción que cumple su propósito, es barata y que, de momento, lleva varias semanas salvando las vidas de los pájaros y de los viajeros de Tolouse.