La propia ministra reconoce que han tenido que esquivar presiones. "Se solicita por parte del laboratorio correspondiente un incremento del precio desproporcionado", explica María Luisa Carcedo.

Hasta hace cuatro años comercializaban cinco medicamentos para pacientes con cáncer en la sangre del laboratorio Aspen Pharmacare a un coste que consideraban razonable.

El problema llegó cuando el laboratorio les exigió un desorbitado aumento del precio. Hasta casi un 31% más por el clorambucilo, 104 euros frente a los poco más de tres que costaba y, por ejemplo, Busulfano y Melfalán los querían vender por un 20% más.

"Hay mecanismos para adquirir este producto como medicamento especial extranjero desde las comunidades autónomas", añade la ministra de Sanidad.

Los medicamentos siguen llegando a los hospitales, pero desde el extranjero. Hay que comprárselos a este mismo laboratorio, porque es el único que los tiene. Llegan a un precio un poco más alto de lo que hace años se comercializaban en España, pero más bajo de a lo que el laboratorio quiere venderlos en nuestro país.

"Estamos en una economía capitalista, pero no como para perjudicar siempre a los mismos", señala José María Dios Diz, portavoz de 'SOS Sanidad Pública'.

Son medicamentos que este año han necesitado 244 pacientes, pero la Comisión Europea y la de Valores y Mercado de la Competencia estudian qué hacer con este laboratorio, que ya ha sido sancionado en otros países de Europa por poner en marcha esta misma práctica.