El aparato podría caer sobre cualquier lugar situado entre los paralelos 42,8º norte y 42,8º sur, es decir, la mayor parte de España. Sin embargo, es improbable que cause daños significativos.

Desde 2016 esta estación espacial perdió su control lo cual hizo que no se pudieran enviar instrucciones para elevar su órbita y por tanto acabase cayendo a La Tierra.

Según las previsiones de la Agencia Espacial Europea, la escasa cantidad de material que se espera que caiga lo hará en zonas de mar y en lugares deshabilitados.