Con la impotencia de ver cómo avanzaba la enfermedad de su esposa, Rubén recordó haber visto en las noticias el caso de Judy Perkins: "Vimos que a una paciente con metástasis como mi mujer la habían curado en EEUU", cuenta él. Perkins se salvó de un cáncer metastásico gracias a una terapia experimental.

Aunque sabía que no había funcionado con los demás pacientes, tenían que intentarlo. "Creo que es una de las mayores esperanzas posibles", relata Mariann Kerekes, posible paciente del tratamiento experimental. Rubén inició una petición a través de change.org y le contactó Sarai, hija de un paciente de cáncer con metástasis: "Mi padre tiene cáncer de colon y los tratamientos no funcionaron, esto era un descubrimiento".

Ella ya había hablado con Alana Gros, la investigadora española que había estado trabajando con Judy Perkins y que empezaba a trabajar con el tratamiento en España. "Tuve muy claro que me gustaría hacer que esas terapias fueran una posibilidad real en españa", cuenta Gros. Comenzó a trabajar en el Hospital Vall d'Hebron, y ya son tres los posibles usuarios que podrían recibir este tratamiento.

Al paciente se le realiza una biopsia para secuencia el genoma del tumor; después, se aislan los linfocitos del tumor y se seleccionan los que sean capaces de combatir las células cancerígenas. Esos se reproducen hasta obtener millones de células. Tras un tratamiento de quimioterapia e inmunoterapia, se le inyectan al paciente esos linfocitos seleccionados. Serán necesarios al menos dos años de pruebas para que los pacientes reciban este tratamiento.