Tras el paso de las Oriónidas en octubre, cogen el relevo la lluvia de Leónidas, la tormenta estelar más espectacular del año por su brillo y colorido. Estos cuerpos celestes pueden ser observados en la bóveda celeste desde el pasado 6 de noviembre y hasta el 30 del mismo mes, según recoge la página web del Instituto Geográfico Nacional.

A pesar de poder ser vistas durante prácticamente todo el mes de noviembre, la mejor ocasión para contemplar esta lluvia de estrellas será la noche de su máxima intensidad: del 17 al 18 de noviembre, cuando 15 meteoros por hora surcarán el cielo a 71 kilómetros por hora.

Además, este 2020 será un año excelente para la observación de estos cuerpos celestes. Según señala la entidad experta, el máximo de las leónidas se producirá este año en un momento donde habrán buenas condiciones lunares: "la casi coincidencia del máximo pico con el novilunio (fase lunar en la que la Luna no refleja luz y no es visible desde la Tierra) garantizará este martes un cielo oscuro durante toda la noche", explica el IGN. El mejor momento para su observación será a las 2.00 del 18 de noviembre.

Cómo ver las Leónidas

Dado que es un buen año para la observación de las Leónidas, no hay que perder la oportunidad de contemplar estos cuerpos celestes. Para hacerlo no son necesarios ni prismáticos ni telescopios, únicamente hay que ubicarse en un lugar donde el cielo esté totalmente oscuro.

En este sentido, el astrónomo Roberto Ferrero recomienda en su página web alejarse de los núcleos urbanos y salir al campo para huir de las luces que desprende la civilización. A la hora de encontrar un sitio con estas características es recomendable emplear un mapa de contaminación lumínica, como el que se encuentra en este enlace, y no situarte en las zonas amarillas y naranjas del plano.

Otro de los factores a tener en cuenta en una observación estelar es el clima del lugar. Es decir, para que puedas contemplar los cuerpos celestes es importante que el cielo esté despejado allá donde vayas. Por ello, es recomendable consultar el pronóstico del tiempo en internet con la ayuda de páginas web como la de meteoblue.com y windy.com, tal y como recomienda el astrónomo.

Una vez consultado el tiempo y las características lumínicas, solo hará falta equiparnos con el material adecuado para realizar la observación: chaqueta, calzado cómodo, una manta y algo de bebida. Además, el IGN señala que la mejor forma de observar una lluvia de estrellas es tumbado. De esta forma, es aconsejable añadir a la lista una una tumbona o colchoneta hinchable.

Para finalmente poder observar la lluvia de estrellas, es importante dirigir la mirada hacia la zonas más oscuras del cielo evitando la luz de la luna. Durante esta jornada, las estrellas surgirán desde la constelación de Leo (situada entre Cáncer por el oeste y Virgo por el este). Sin embargo, las Leónidas "se pueden ver en cualquier parte del cielo", añade el IGN.

Origen de las Leónidas

Si cumples todas las indicaciones anteriores, este martes podrás observar las Leónidas o, lo que es lo mismo, los fragmentos del cometa 55P/Tempel-Tuttle descubierto en 1865.

Como cada noviembre, nuestro planeta atraviesa un anillo poblado con restos desprendidos del cometa en anteriores pasos cerca del Sol. Cuando uno de estos restos o meteoroides entran en contacto con la atmósfera terrestre ocasionan ese resplandor luminoso que popularmente se conoce como estrella fugaz.

Según explica la NASA, las Leónidas alcanzan su punto máximo cada 33 años, ocasionando lluvias de estrellas de al menos 1.000 meteoros por hora. Así ocurrió en 1966, cuando los espectadores en la Tierra quedaron sorprendidos por los miles de meteoros por minuto que cayeron a través de la atmósfera de la Tierra durante un período de 15 minutos, según recoge la agencia del gobierno estadounidense.

Desgraciadamente, habrá que esperar unos años para poder contemplar esta tormenta de estrellas, pues la última vez que se observó un fenómeno de estas características fue en 2002. Mientras tanto, se podrá disfrutar de una buena visión de estos meteoros -aunque de menor intensidad que en 2002- la noche del martes 17 de noviembre.