Ya las tenemos aquí, las primeras gafas de realidad virtual domésticas llegarán al mundo de las videoconsolas en octubre. Parecía que no iba a llegar nunca. La banda Aerosmith, ya nos mostraba en el año 93 lo que era, en un vídeo en el que dos enamorados escapan a un mundo de fantasía virtual que nosotros veíamos como real.

23 años después, a la realidad virtual todavía le falta el último empujón. "Ahora está la tecnología y lo que nos falta es gente bien formada que nos genere los contenidos", explica Laura Raya, directora de programas formativos de U-TAD.

La mayoría de esa gente se concentra en el sector del entretenimiento. Las consolas van a apostar muy fuerte por ella, pero sus aplicaciones van mucho más allá. Por ejemplo, introducirnos en un tumor cerebral para estudiar sus causas y sus efectos.

Se puede usar como terapia contra el autismo. También en arquitectura, turismo, con estas gafas y una aplicación podemos conocer el Camino de Santiago sin ni siquiera haber ido. ¿Les gustaría ver desde dentro su cuadro favorito? Podemos recorrer una obra de El Bosco para conocer todos sus detalles o incluso convertirnos en pintores de tres dimensiones. Podremos ser lo que queramos, porque con la realidad virtual, el límite lo pone la imaginación.