Vértebras o un tumor encastrado en un pelvis se han impreso en tres dimensiones en apenas unas horas.
Diseñadas a partir de una resonancia o un TAC sirven para lograr una mayor precisión y minimizar el tiempo de la cirugía.
De esta forma, los pacientes entienden en qué consiste la intervención. Una técnica se ha aplicado ya en 600 casos en los últimos tres años en el hospital Gregorio Marañón de Madrid.
"El coste del material de esta pieza es de uno o dos euros, si se hiciera fuera del centro valdría hasta 1.000", ha dicho Diego Trapero, ingeniero del centro 3D del Hospital Gregorio Marañón.
Las impresiones en tres dimensiones, también usadas para detectar enfermedades
Este procedimiento también es implementado para detectar enfermedades tempranas en fetos.
"Se puede usar para el diagnóstico malformaciones o planificación de cirugía intraútero o en el nacimiento del niño", ha explicado Rubén Pérez Mallanes, cirujano ortopédico del Hospital Gregorio Marañón.
Una tecnología pionera en cirugías ortopédicas y oncológicas. Los pacientes no sólo se sorprenden al ver la réplica de sus órganos, sino que además las quieren. "Se las quieren llevar muchas veces de recuerdo cuando todo ha salido bien porque es muy llamativo. Es una parte de ti", añade Pérez.
El arte de la tercera dimensión ya no es una ilusión óptica sino una realidad que conquista la medicina.