Un equipo de investigadores ha hecho la prueba en el Parque del Retiro, en pleno centro de Madrid, ha medido los índices de contaminación dentro y fuera del pulmón verde durante todo un año. Según explica, Mariano Sastre, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, "hay una reducción significativa de hasta el 50% en determinados contaminantes cuando nos adentramos 100 metros en el interior del Retiro".

Esas partículas contaminantes provienen, sobre todo, del tráfico de vehículos, y representan un alto riesgo para la salud. Así lo advierte María José Caballero, responsable de campañas de Greenpeace: "Son partículas que nosotros inhalamos y van a nuestros pulmones, e, incluso, se nos puede meter en la sangre".

Según la OMS, la contaminación es la cuarta causa de mortalidad en el mundo y recomienda un mínimo de diez metros cuadrados de zonas verdes por persona. Entre las ciudades españolas con más de 100.000 habitantes, solo nueve cumplen este requisito.

Los datos recopilados en Madrid, dicen los expertos, pueden valer para otras poblaciones, pero se debe estudiar cada caso. "Se debe estudiar calle a calle qué tipo de vegetación se pone", detalla Begoña Artiñano, investigadora de CIEMEAT.

Mientras, María José Caballero destaca en que "las zonas verdes urbanas con muchos árboles absorben la contaminación que originan los motores de los coches". Por todo ello los expertos concluyen que las barreras vegetales, concluyen los expertos, deben ser parte de la arquitectura de la ciudad.