La investigación desarrollada por un grupo de médicos forenses del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz durante la pandemia muestra cómo el coronavirus puede llegar a dañar varios órganos.

Donde se ha visto que el virus hace cambios más representativos es, explica Emilia Barrera, experta en autopsias, en "pulmones, corazón, riñones y bazo". Como ejemplo, un pulmón afectado por el virus se hincha como una esponja, a diferencia de otro sano.

Cuando en abril este hospital comenzó a realizar las primeras autopsias, la COVID-19 era considerada una enfermedad principalmente respiratoria. Los resultados certifican que el virus ataca a diferentes órganos y daña nuestro sistema inmunitario, una información que resulta muy útil para luchar contra la enfermedad.

Para explorar los órganos de víctimas del COVID-19 se necesita mantener una precaución extrema para evitar ser contagiada, al tiempo que extrae la máxima información posible para conocer todos los daños que el virus causa en el organismo.

Por ello en la Fundación Jiménez Díaz cuentan con un sistema de "bioseguridad" que hace posible este tipo de autopsias exhaustivas a los pacientes que fallecen por el virus. "Cuando se hizo esta sala, que no tiene muchos años, se hizo de bioseguridad. En España hay muy poquitas y por eso hay muy pocos hospitales que pueden hacer este tipo de pruebas", recalca Virginia De Lucas, supervisora de anatomía patológica del centro.

Este, el de la falta de recursos que hace que no en todos los hospitales se puedan analizar los órganos de pacientes COVID-19 para determinar cómo afecta la enfermedad, es uno de los cientos de motivos por los que los que es necesario conseguir que la inversión en Ciencia en España alcance el 2% del PIB. Una campaña a la que puedes sumarte firmando a través de la página web de laSexta.